miércoles, 3 de febrero de 2010

RESUMENES SWEEZY

RESUMENES SWEEZY

Capítulo III. “El problema del valor cuantitativo.”


Por Teresa Villar Cubel

1. El primer paso

La tarea que Sweezy se propone en este capítulo es la de esclarecer las diferencias de nivel cuantitativo que se dan entre diferentes modelos de producción. “En toda sociedad es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad; lo que cambia en el curso de la historia es el modo de organizar y llevar a cabo estas actividades de producción y distribución”. Sin embargo aunque comienza su exposición con cierta obviedad en realidad simplemente analizará la contraposición y respuesta marxista al modo de producción capitalista.

Los postulados analizados por Sweezy en esta obra han de ser entendidos desde la postura marxista del Estado y el orden social que proponía Karl Marx, quien pretendía una mayor homogeneización salarial dentro del proletariado. Marx, siguiendo las tesis ricardianas, supone que en la determinación del valor otorgado al factor trabajo no debe tomarse en cuenta más cantidad del mismo que el socialmente necesario. En este contexto “necesario” es entendido en términos de las condiciones sociales existentes. El trabajo medio o simple debe tener, así, una mayor capacidad de producir valor que el trabajo más calificado o retribuido. Sin embargo esta tesis no está exenta de problemas y constata que la influencia ejercida por la habilidad y el entrenamiento sólo se hace sentir lentamente y de modo imperfecto, y con frecuencia en formas no evidentes

La explicación es quizá el punto más criticable, y Sweezy recalca este aspecto, pues al argumentar que las diferencias en habilidad de los obreros son muestra inequívoca de la línea de producción en la que son ocupados padece de cierta palabrería y poco rigor científico –algo poco común en Marx y, por tanto, sorprendente-. Ante ello Marx señala que se puede llegar más fácilmente a la suposición de que las diferencias en habilidad son naturales, y permanecerían constantes aún cuando los obreros fueran transferidos de una línea de producción a otra.

Sin embargo debemos retener la idea de que la “reducción de trabajo calificado a trabajo simple”, es el telón de fondo donde se teóricamente el capítulo. La premisa principal que subyace de este primer apunte es que “las mercancías se cambian unas por otras en proporción a la cantidad de trabajo socialmente incorporada en cada una”.


2. El papel de la competencia.

Basándonos en la ideal expuesta anteriormente se puede decir que la oferta y la demanda estarán equilibradas sólo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla, y todo ello inmerso en una sociedad en la que se pueda competir libremente
El precio aquí se entiende en términos de “proporción de cambio”, lo que constata la proposición de Adam Smith . Pero, para ello deben darse dos “suposiciones implícitas”.
1. Que los productores tengan el deseo y la posibilidad de competir libremente por cualquier ventaja que pueda presentarse, para lo cual no opondrían reticencia alguna ante la posible transferencia de cambio de una línea de producción a otra.
2. Que el precio de cada mercancía ha de ser proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla.

Por increíble que parezca, Sweezy vuelve a recalcar postulados conformes a los de los pensadores económicos clásicos. Sin embargo la situación actual deja patente que este punto es el más vulnerable, y por consiguiente el más incumplido. Esta idea demuestra el deseo de construcción de su estructura social ideal: una mayor unificación en términos salariales que se traduzca en una mayor unificación en términos de precio de las mercancías.

3. El papel de la demanda.

Todo esto se complica cuando nos encontramos con el estudio del papel que cumple la demanda en el proceso antes expuesto. Por ello es también es necesario conocer cómo se produce la distribución del trabajo. Sweezy apunta que hay que tener en cuenta dos tipos de información:
- Información sobre el costo relativo en trabajo.
- Información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y otro.

Más tarde, y en base a todos estos “bloques” de información, es cuando puede llegar a conocerse el que denomina “equilibrio económico general de la sociedad en cuestión”. Parece que, así, el propósito de Marx ya puede llegar a cumplirse.


Las últimas consideraciones de Sweezy pone en evidencia la ignorancia que mostró Marx hacia el estudio de los efectos de la demanda.
En cuanto a la distribución del ingreso era (y aún puede ser) considerada como el más claro reflejo de las relaciones de producción existentes y, por lo tanto, no hay duda de que desde un punto de vista marxista la demanda queda así como la culpable de la perpetuación de esos modos de producción.
Enlazando con lo anterior, la teoría del valor de Marx está hecha para tomar plenamente en consideración las relaciones productivas peculiares de la producción simple de mercancías. Así Marx, a través de la celebérrima obra “El Capital” ,investigó “la ley económica del movimiento de la sociedad moderna”( denominación propia marxista). Aludiendo a esta idea sentencia: “no es la conciencia de los hombres la que determina su existencia, sino que, por el contrario, su existencia social determina su conciencia”.


4. “Ley del valor” vs. “Principio de planeación”.

La ley del valor propuesta por Marx regula:
- Las proporciones del cambio de mercancías.
- La cantidad producida de cada una.
- La asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.

Podría decirse, así, que la ley del valor es esencialmente una teoría del equilibrio general en un primer momento aludiendo a la producción simple de mercancías y después adaptada al capitalismo. Esto significa, pues, que una de las principales funciones de la ley del valor es la de demostrar que en una sociedad productora de mercancías existe el orden y no simplemente el caos. Pero en el momento en que haya un control consciente, la ley del valor pierde su pertinencia y su importancia y queda sustituida por el denominado “principio de la planeación”.

Sweezy acaba con una sentencia clave: “el valor y la planeación son tan opuestos entre sí como el capitalismo y el socialismo”. Ello coincide con la propuesta de Marx: en la medida en que el capitalismo se ha visto incapaz de respetar ese equilibrio, procurando cada uno vender su mercancía tan cara como sea posible, la única salida existente es la organización de un estado socialista.

5. El valor y el precio de producción.

El precio, entendido así en términos de Marx, es tan sólo la expresión monetaria del valor y los precios de producción son modificaciones de los valores. Los precios de producción se derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales; las desviaciones, por tanto, no son arbitrarias ni carecen de explicación. No sólo la teoría del precio de producción no contradice la teoría del valor, sino que es la base de ella, por la que cobra sentido. Sweezy vuelve de nuevo a alinearse con las tesis marxistas.
6. Precio de monopolio.

La introducción de elementos de monopolio en la economía dificulta, por supuesto, el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio. Así, el control de la oferta por el monopolista le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. Las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio; no así las relaciones de valor cualitativo, ya que la existencia del monopolio en sí misma no altera las relaciones sociales básicas de la producción de mercancías.
Para terminar, cabe decir que aún bajo condiciones de monopolio podemos seguir midiendo y comparando mercancías y conjuntos de mercancías en términos de unidades de tiempo de trabajo, a pesar de que la Ley del valor y las relaciones cuantitativas derivadas de ella hayan pasado a formar parte de un segundo y último plano.
Capítulo IV. Plusvalía y capitalismo.
Por Laura Gutiérrez Ramón
El sistema de producción de mercancías y el capitalismo no son la misma cosa; mientras que el capitalismo implica la producción de mercancías, la producción de mercancías no implica necesariamente capitalismo. Con el fin de aplicar la teoría del valor al análisis del capitalismo, Sweezy considera necesario examinar los rasgos que lo separan del concepto general de producción de mercancías.
1. El capitalismo.
Dos son las diferencias fundamentales entre ambos sistemas:
a) En la producción simple de mercancías cada productor “posee y trabaja con sus propios medios de producción; bajo el capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo”.
b) La producción simple de mercancías sigue el esquema M-D-M (Mercancías-Dinero-Mercancías), mientras que el capitalismo se rige por D-M-D´ (Dinero-Mercancías-mayor cantidad de Dinero). Así pues, el capitalista sólo invertirá dinero si con ello cree que aumentará esta cantidad inicial. La diferencia entre D y D´ es lo que Marx denominara plusvalía, que “constituye el ingreso del capitalista como tal y suministra el fin directo y el incentivo determinante de la producción”.
2. El origen de la plusvalía.
Sweezy considera necesario, antes de analizar el origen de la plusvalía, analizar el valor de la mercancía fuerza de trabajo. La fuerza de trabajo es, en el sentido más estricto, el trabajador mismo; el contrato por el que éste se vende por un periodo de tiempo establecido. El valor de la fuerza de trabajo se determinará, como en el caso de cualquier otra mercancía, por el tiempo de trabajo empleado para su producción, por lo que será igual al valor de los medios de subsistencia necesarios para el mantenimiento del trabajador.
La plusvalía, apunta Sweezy, no puede surgir del mero proceso de circulación de mercancías ya que si todos pretendieran aumentar sus ganancias a través del aumento de los precios, lo único que se conseguiría es un aumento generalizado de los precios, del que nadie resultaría ganador. Tampoco ha de buscarse su raíz ni en los materiales ni en los edificios y máquinas empleados para la producción de la mercancía. La única posibilidad restante es que sea la fuerza de trabajo la fuente de la plusvalía.
Como ya se ha apuntado, el capitalista, cuando compra la fuerza de trabajo del obrero, lo que le paga es la suma correspondiente al valor de sus medios de subsistencia. La jornada laboral del obrero puede dividirse en dos etapas en relación a la producción de mercancías: trabajo necesario, que revierte en el salario del obrero (suma total del valor necesario para su subsistencia), y trabajo excedente, cuyo producto se apropia el capitalista en forma de plusvalía. De este modo, a través de la plusvalía, es como el capitalismo explota a gran parte de la producción a costa de los beneficios particulares de una minoría propietaria de los medios de producción.
3. Los componentes del valor.
Así pues, el valor total de la mercancía será la unión de tres elementos:
1) Capital constante: Valor de los materiales y la maquinaria usados (por lo que “no sufre, en el proceso de producción, ninguna alteración cuantitativa de su valor”).
2) Capital variable: Valor de la fuerza de trabajo (que sufre una “alteración de su valor”, esto es, la plusvalía).
3) Plusvalía.
4. La tasa de la plusvalía.
La tasa de la plusvalía se define como “la proporción de la plusvalía con respecto al capital variable”, por lo que es el resultado de dividir la plusvalía entre el capital variable. La magnitud de dicha tasa se ve condicionada por tres factores: la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad del trabajo.
5. La composición orgánica del capital.
La composición orgánica del capital se define como “la medida de la relación del capital constante con el capital variable, en el capital total usado en la producción”, por lo que es el resultado de dividir el capital constante entre la suma del constante y el variable. La composición orgánica del capital estará determinada por: la tasa de los salarios reales, la productividad del trabajo, el nivel común de la técnica y la amplitud de la acumulación del capital en el trabajo.
6. La tasa de ganancia.
La tasa de ganancia supone para el capitalista la proporción crucial del proceso de producción y se calcula dividiendo la plusvalía entre la suma de los capitales constante y variable. A fin de simplificar la exposición teórica, Marx presupone que no existen los pagos derivados de la renta y que todo capital tiene un idéntico periodo concreto de rotación.
Teniendo en cuenta que todo capitalista que saque mayor beneficio que el resto de su capital constante disfrutará de una mayor tasa de plusvalía y, por tanto, una mayor tasa de ganancia que la de los demás. Como las suposiciones de iguales tasas de plusvalía y tasas de ganancia pueden suponerse (ya que se basan en tendencias reales existentes en la producción capitalista) pero las de las composiciones orgánicas del capital no, es inevitable la conclusión de que la ley del valor no ejerce control directo en el mundo real de la producción capitalista.
Capítulo V. La acumulación y el ejército de reserva


Por Maribel Tortajada Galán
1. La reproducción simple.
La “Reproducción simple” es aquella que mantiene, la misma proporcionalidad entre las diversas partes del sistema, por lo que es necesario que las empresas repongan todo lo que se acabe y los obreros utilicen todo su salario en el consumo.
Por este motivo el sistema capitalista no permanece inmutable a lo largo del tiempo.
La industria se divide en dos ramas:
1) En la que se producen los medios de producción, existiendo una oferta de artículos de consumo y una demanda de medios de producción.
2) en la que se producen los artículos de consumo, produciéndose una oferta de artículos de consumo y una demanda de medios de producción.
Para que se produzca una “reproducción simple”, que no varíe a lo largo del año y poder equilibrar la oferta y la demanda, es necesario que estas dos ramas, sean iguales en número.
Este tipo de reproducción nos permitiría analizar y estudiar:
A. La producción total y el ingreso; entendiendo como producción total, la oferta social de mercancías, conformada a su vez por la suma total de los medios de producción y la suma total de los artículos de consumo; y entendiendo como ingreso, la demanda total de mercancías, distinguiendo entre tres tipos de ingresos:
i) Ingreso capitalista, que sería el utilizado en los medios de producción.
ii) Ingreso del capitalista, utilizado para su propio consumo
iii) Ingreso del trabajo, es decir el salario.
B. Diferencias entre la oferta y la demanda, donde se puede observar su estructura
2. Las raíces de la acumulación.
La “reproducción simple” tiene en cuenta el punto más importante de todo el sistema capitalista, esto es el interés por ampliar su capital. Parte de la plusvalía obtenida se convierte en capital adicional, capital que permite acumular más plusvalía, acumulando más capital adicional, y así sucesivamente.
Este afán por acumulación de capital, forma parte de la organización social capitalista, se mide por el patrimonio que se tenga y su éxito reside en obtener más capital que nadie.
Para Marx es obvio que los capitalistas además de acumular capital, también consumen y viceversa. Otras teorías en pro del status quo y de la plusvalía, consideran que los capitalistas evitan consumir para acumular más capital adicional.
3. La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo: planteamiento del problema.
Denominado por Marx “reproducción ampliada”, esta reproducción al contrario que la reproducción simple, tiene en cuenta la acumulación que implica la demanda de la fuerza del trabajo. Si aumenta la demanda de un producto, su precio sube, desviando el valor del producto.
La diferencia entre el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que produce el trabajador, dará lugar a la Plusvalía, como elemento fundamental del capitalismo.
Para explicar esta diferencia se basa en la teoría de los salarios, que afirma que el precio natural del trabajo es el precio necesario para que los trabajadores puedan subsistir.
4. Solución propuesta por Marx.
La solución para Marx la denomina “el ejército de reserva”, siendo un conjunto de obreros desocupados, que ejercen una presión hacia debajo de los niveles de salario mediante su competencia activa. Cuando el empleo disminuye este ejército se reconstruye, por el contrario cuando el empleo industrial aumenta crece a expensas del ejército.
5. La naturaleza del proceso capitalista.
Marx considera que hay que atacar la evolución económica. Para Marx la producción capitalista se prolongará con los cambios en los métodos de producción, apareciendo el ejército de reserva, permitiendo economizar el trabajo por medio de las innovaciones tecnológicas.
El proceso capitalista implica la acumulación constante, que irá acompañada de cambios de métodos de producción, provocando cambios cuantitativos en las variables económicas y en la organización social.
Capítulo VI. LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE LA GANANCIA.


Por Clara Portolés Santos
1. La formulación de la ley por Marx.

La acumulación del capital va acompañada por la mecanización del proceso de producción. La misma cantidad de trabajo, teniendo un equipo más cualificado y más efectivo, alcanza más objetivos.

La productividad del trabajo crece constantemente. Si la tasa de la plusvalía es constante, la tasa de ganancia varía en sentido inverso a la composición orgánica del capital. Esto puede ser una mera tendencia.

Existen ciertos obstáculos internos que se oponen al desarrollo de la producción capitalista.



2. Las causas contrarrestantes.

Observamos las causas que contrarrestan y derogan la “ley general de la tasa descendente de la ganancia”. Son las siguientes:

a. Abaratamiento de los elementos que integran el capital constante. El uso creciente de maquinaria, eleva la productividad de trabajo, lo que hace que el valor por unidad baje.

b. Aumento de la intensidad de explotación. Se produce más en menos tiempo, sin afectar la cantidad de trabajo necesario, a través de los mecanismos de acelerar y estirar la jornada, lo cual eleva la tasa de ganancia.

c. Depresión de los salarios más debajo de su valor.

d. Sobrepoblación relativa o “ejército de reserva”. La existencia de trabajadores desocupados conduce a la creación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital relativamente baja y una tasa de ganancia relativamente alta.

e. Comercio exterior. Rebaja la adquisición de materias primas y artículos necesarios, frente a la producción doméstica.



3. Una crítica de la ley.

Marx deduce que la tendencia de la tasa de ganancia a caer se fundamenta en el aparente de que la tasa de plusvalía permanece constante. Sin embargo, si la producción aumenta, en las condiciones normales del capitalismo se crea un ejército industrial de reserva que ejerce una presión a la baja en los salarios, aumentando la tasa de plusvalía.

La suposición de una tasa constante de plusvalía puede ser un trámite ventajoso para orientar la atención en un elemento más importante de la situación; se consideran los cambios en la tasa de plusvalía como elemento contrarrestante.

La composición orgánica del capital es una expresión de valor.

La formulación de la ley de tendencia descendente de la tasa de la ganancia por Marx no es muy convincente. Esto no significa que no haya ninguna tendencia de la tasa de la ganancia a descender, sino que no es posible demostrarla a partir de la composición orgánica ascendente del capital.

El proceso capitalista es esencialmente un proceso de acumulación. Pero los capitalistas, a través de distintos medios procuran mantener la tasa de ganancia anterior, e, incluso, elevarla. El aumento de la composición orgánica del capital tenderá a restablecer la tasa de plusvalía y a acrecentar el volumen de plusvalía.

Fuerzas que deprimen la tasa de ganancia: sindicatos y acción del Estado en beneficio de los trabajadores.
- Sindicatos. Los sindicatos son el instrumento más importante con el que cuentan para mejorar sus condiciones bajo la producción capitalista.
- Acción del Estado en beneficio de los trabajadores. Adopta diversas maneras: limitación legal de la jornada laboral (reduce la plusvalía), seguro de desempleo y derecho a la contratación colectiva (mantenimiento de salarios).

Fuerzas que elevan la tasa de la ganancia: organizaciones patronales, exportación de capital, formación de monopolios, acción del Estado en beneficio del capital.
- Organizaciones patronales. Actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo.
- Exportación de capital. Mitiga la presión sobre el mercado de trabajo doméstico, impidiendo que la acumulación tenga todo su efecto depresivo sobre la tasa de ganancia.
- Formación de monopolios.
- Acción del Estado en beneficio del capital (con tarifas protectoras, por ejemplo).

El análisis de estas fuerzas, dispares y sin aparente relación unas con otras, nos hace ver que en el capitalismo todo ha de ser detenidamente examinado y probado por su influencia sobre la tasa de ganancia.


Capítulo VIII. LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS.

Por Santiago Gonzalez Cortes

El problema de las crisis es muy importante en Marx. Los aspectos de las crisis que aparecen en El Capital son tratados en los niveles más elevados de abstracción.
Es en sus seguidores donde encontramos desarrollado este problema.

1. La producción simple de mercancías y las crisis.

En la historia de la civilización, la introducción del dinero representó un avance frente al trueque. El dinero cumple el propósito de dividir el acto de cambio en dos partes que, por naturaleza, pueden estar separadas en el tiempo y en el espacio (permite ahorrar tiempo y facilita la especialización, lo que es la base de la productividad).

Pero la organización de la producción por medio del cambio privado a través de esta forma, lleva consigo la posibilidad de las crisis, ante la posible coincidencia de mercancías invendibles y necesidades insatisfechas; a esto se denomina sobreproducción.



2. La ley de Say.

Sostiene que a una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad, es decir, que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, con lo que no puede haber crisis ni sobreproducción.

De este modo, de ser improbables, las crisis pasan a ser imposibles. Basándose en esta ley, los economistas clásicos cerraron el camino a una teoría de las crisis.

Marx explica que el dinero no es sólo esto, sino el medio a través del cual el cambio se divide en dos transacciones separadas y distintas, de modo que si uno vende y deja de comprar, el resultado es la crisis y la sobreproducción.

3. El capitalismo y las crisis.

La forma de circulación M-D-M se convierte en el capitalismo en D-M-D’.

a. M-D-M. M al comienzo y M al final son idénticas en cuanto al valor de cambio; en cuanto al valor de uso, la M primera es nula o muy baja, pero aumenta la segunda, por eso se compra.
b. D-M-D’. El capitalista inicia su carrera con dinero D. Lanza este a la circulación a cambio de fuerza de trabajo y medios de producción, y después de cumplido un proceso de producción, reaparece en el mercado con mercancías M, que transforma de nuevo en dinero D’. D y D’ representan el valor de cambio, pero el propósito del capitalista es que exista una diferencia entre este valor de cambio, de modo que D’ sea superior a D.

Con la producción capitalista no desaparece la circulación M-D-M. Para la gran mayoría de la gente, para los obreros, para los simples productores de mercancía, la circulación sigue adoptando la forma de las economías de consumo. El obrero comienza con una mercancía, su fuerza de trabajo; convierte esa mercancía en un dinero, el salario, y emplea ese dinero en procurarse artículos necesarios y comodidades.

El modelo D-M-D’ y las crisis. El capitalista se interesa en maximizar su ganancia. Cualquier hecho que interrumpa el proceso de circulación, puede iniciar una contracción en el mismo, dando lugar a la sobreproducción, que posteriormente se traduce en un descenso de la producción. Esto sucede tanto en las economías simples como en el capitalismo. Pero en el capitalismo, si algo le sucede al valor de cambio, el capitalista reconsiderará la oportunidad de lanzar su dinero a la circulación.

La forma específica de las crisis en el capitalismo es una interrupción del nivel del proceso de la circulación provocada por un descenso en la tasa de la ganancia más allá de su nivel ordinario.

Para los teóricos modernos hay dos clases de capitalistas: los empresarios que organizan y dirigen el proceso de producción, y los poseedores de capital en dinero.

- Los empresarios pensarán que vale la pena invertir siempre y cuando la tasa de ganancia supere el interés que tienen que pagar al capitalista. Cuando la tasa de ganancia sea inferior, no invertirán, y sobreviene la crisis.
- Los capitalistas, por su parte, considerarán que es conveniente mantener los intereses altos, ya que es preferible mantener su capital en dinero antes que prestarlo a un empresario, pues si bajan el tipo de interés, estos tipos no durarían.

La clase capitalista, tanto empresarios como inversores, restringe sus actividades cuando la tasa de beneficio cae por debajo de cierto nivel.



4. Los dos tipos de crisis.

- Las crisis relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia. El resultado puede ser la crisis.
La tendencia descendente de la tasa de la ganancia fue deducida sobre la base de que todas las mercancías se vendían en sus valores de equilibrio; pero si abandonamos esa suposición, puede aparecer otra posible causa para el descenso de lucratividad, dando lugar a otro tipo de crisis.
- Las crisis de realización. El capitalista puede hallarse inhabilitado para vender las mercancías en sus valores.

Detrás de ambas crisis hay un descenso en la ganancia.

LECTURAS OBLIGATORIAS.

LECTURA Nº 7, “TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA” P.M. Sweezy.

La ciencia social estudia las relaciones que se dan entre los individuos en una sociedad, y los cambios que se producen en estas relaciones a lo largo del tiempo. La economía política es un ejemplo de ciencia social, la economía, según Robbins, estudia la conducta humana como relación entre fines y medios limitados, y la aplicación de estos medios. Se trata de una relación entre hombres y cosas, de esta relación se configura el sistema económico. La definición más común de economía como la ciencia que estudia las causas del bienestar material, Robbins rechaza esta definición ya que no es una definición propia de una ciencia social. Para Robbins la teoría económica, choca con las relaciones sociales, por lo tanto la economía también debe tratar estas relaciones.
En la sociedad, en el lenguaje social, términos como salario, renta o capital son términos corrientes, se los extrae el contenido social y las categorías universales que resultan se aplican a todo tipo de sistemas económicos.
La diferencia entre los sistemas se convierte tan solo en una cuestión de forma.
1. EL Método de Marx.
En este capítulo se exponen los principales componentes de la actitud de Marx frente a la economía política. Marx es partidario del método abstracto- deductivo, consiste en avanzar de lo más abstracto a lo más concreto. Los supuestos más simples han de ser eliminados en cada etapa de la investigación, para llegar así, a los fenómenos reales, de una forma concreta y compleja.
Este principio por sí solo no explica nada, hay que conocer de que problemas puede hacerse la abstracción, para ello nos plantearemos varias preguntas, ¿Cuál es el problema a examinar?, ¿Cuáles son sus elementos del problema? De esta forma podemos decidir si se debe aplicar el método de abstracción y cuando utilizarlo. Cada investigación ha de centrarse en un problema concreto, definir el problema a explicar. Después el investigador deberá diferencial que es lo esencial del problema a través de la abstracción. El investigador deberá formular una hipótesis sobre aquello que considera esencial de su investigación, profundizando en ella para después comprobar las conclusiones obtenidas.
Marx estudiaba principalmente los cambios sociales, consideraba que la economía política tenía una importancia fundamental, ya que la clave en los cambios sociales se encuentra en los cambios en los medios de producción.
Para explicar estos cambios, Marx, parte de Hegel, los conflictos entre clases sociales eran fundamentales en los cambios sociales, era en estos conflictos de clase en los que debía centrarse a través del principio de abstracción.
El elemento principal de la economía era la relación entre clases, entre capitalistas y obreros. Las demás relaciones sociales, que no sean las que se dan entre capital y trabajo, hay que mantenerlas alejadas en un principio de la investigación, para ir introduciéndolas, posteriormente.
La relación entre capital y trabajo ha de reducirse hasta sus formas principales, estas son las características y las estructuras de la sociedad. Esta relación es la más importante entre las relaciones que se dan en una sociedad industrial.
El obrero para poder cubrir sus necesidades tiene que vender su fuerza de trabajo en el mercado, el capitalista compra esta fuerza de trabajo. Se trata de una relación de cambio, dinero-fuerza de trabajo. Todo lo que se puede cambiar se convierte en mercancía. La fuerza de trabajo es una mercancía en el sistema capitalista.
La realidad social es el resultado de los cambios producidos por un juego de relaciones determinado, se trata de un proceso histórico. El cambio en cada sociedad se produce como consecuencia de la acción humana emprendida para adaptarse a las circunstancias de la sociedad. Cada sistema social tiene un ciclo de vida que acaba y se produce el cambio. Los acontecimientos históricos afectan a los sistemas sociales.
LECTURA Nº 6. “CIENCIA Y MÉTODO” Roberto Carballo Cortina

I. Significado de la ciencia.
La ciencia puede ser simples explicaciones dadas por científicos, o también una construcción personal que intenta explicar mi experiencia y mis investigaciones
“La ciencia como fin que debe ser perseguido es algo tan subjetivo y condicionado psicológicamente como cualquier otro aspecto del esfuerzo humano, de modo que la pregunta ¿cuál es el objetivo y el significado de la ciencia? Recibe respuestas diferentes en diferentes épocas y diferentes grupos de personas.”
Albert Einstein.
En la actualidad la ciencia es empleada como un instrumento de dominación de la sociedad. Está al servicio de una minoría y aislada de la generalidad social. Los científicos explican sus paradigmas empleando un lenguaje incomprensible para la mayoría de los hombres. Ofrece respuestas diferentes para culturas y grupos de personas diferentes y en épocas diferentes.
II. Ciencia progreso.
Según la metodología empleada, la ciencia, puede describir y/o explicar la naturaleza. Debe de servirle al hombre para que emprenda acciones colectivas progresivas destinadas a conducir al hombre al ideal de libertad. Ciencia-Progreso, son cuestiones unidas la una a la otra. Kuhn se pregunta: ¿Progresa un Campo científico debido a que es una ciencia, o es una ciencia debido a que progresa?
Se han tratado de establecer criterios para la demarcación de lo científico. Está demarcación tiene una raíz psicológica (la búsqueda de seguridad) y unas consecuencias sociales regresivas (dogmatismo). Estos criterios conducen, en general, a formas dogmaticas de concepción de la ciencia. Sin embardo en la actualidad se afianza cada vez más la convicción de que no existen “ciencias” sino “teorías científicas”
III. Ciencia y Concepción del mundo
“Una concepción del mundo no es un saber en el sentido en que lo es la ciencia positiva”. Sacristán.
Consecuentemente la disección y separación entre concepción del mundo como un no-saber y ciencia como conocimiento, es más un esfuerzo analítico y teórico que un problema real.
A través del método científico encontramos los instrumentos que nos permiten sustituir el esquema en un momento dado por un esquema sucesivo, un proceso permanente de reelaboración. El método es esencial en la ciencia.
Por tanto, la ciencia asienta su desarrollo sobre la base de un método en constante proceso de transformación.
IV. Método e ideología.
Si aceptamos que los sistemas de ideas juegan un papel complementario, y no solamente sustitutivo, en el proceso de conocimiento, y que la comprensión científica incorpora un componente ideológico junto al científico, aceptaremos que los resultados, la ciencia, está influida por la ideología y las circunstancias del investigador. Esta influencia es mayor en las ciencias sociales y económicas en particular.
V. Etapas del método científico.
En la metodología científica se acepta que existen cuatro etapas de la investigación:
1. descripción. 2. Clasificación. 3. Explicación. 4. Verificación.
El investigador a de poseer cuatro cualidades a su vez:
1. Espíritu de observación y capacidad de abstracción. 2. Fantasía creadora e intuición. 3. Habilidad formalizadora (matemática) manual (en ciencias naturales). 4. Ser consciente de su propia ignorancia y ansiar la búsqueda de la verdad.
En estas etapas del método científico se alternan varios modos de análisis, primero a observación análisis, después la acotación temporal, espacial teórica de la realidad que se pretende estudiar. Para continuar con una observación de los hechos.
Esta hipótesis se desarrolla deductivamente, a través de tres modos de inferencia: deductivo, inductivo o inductivo probabilístico y reductivo. Que nos conducirá a una nueva síntesis teórica enriquecida.
VI. Método de Investigación y Método de Exposición
Hay que hacer una distinción formal de ambos métodos científicos, investigación y exposición. La investigación abarca todo el proceso del conocimiento. La explicación solo será posible una vez concluida la etapa de la investigación. A través de la investigación podemos realizar un análisis empírico de la realidad objetiva que nos permita formular una hipótesis que explique la totalidad de los hechos de una forma lógica y coherente.
Solo después podremos exponer científicamente, reformular la primera hipótesis, enriqueciéndola y acercándola a una explicación más científica.






LECTURA Nº 5. EL MECANISMO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA GinoLongo

Para realizar un análisis de los hechos, es preciso, primero, entender su sentido, ya que los hechos por si solos no explican nada. Es la primera etapa de una investigación.
El conocimiento se inicia a través de la observación, sin detenerse en la simple observación de la apariencia, si no que, la investigación científica, debe descubrir, tras la apariencia de los hechos, su verdadera esencia.
El trabajo científico se divide en varias etapas:
1. Observación, selección y análisis de los hechos más significativos.
2. Formulación de una hipótesis, que explique los hechos de forma coherente. El científico debe poseer una fantasía creadora, fantasía científica, a través de la cual se construye su propia imagen de la realidad, basadas en la observación de la misma, que le permite formular la hipótesis que más tarde comprobara de acuerdo a los hechos.
3. Comprobar que las hipótesis corresponden a la realidad de los hechos, a través de una nueva observación de la realidad y profundizar en el análisis de los hechos.
4. Modificar o sustituir la hipótesis en función de los resultados obtenidos a través de la investigación.
El investigador puede incorporar también trabajos e investigaciones realizadas por otros investigadores para complementar su estudio, pero debe haber iniciado previamente la elaboración de su investigación. No será una investigación si únicamente recoge el trabajo de otros. Será útil redefinir los conceptos existentes en función de su investigación e incluso crear conceptos nuevos que le sean de ayuda en su trabajo. Toda ciencia tiene un objeto de investigación en concreto y utiliza un determinado método de investigación, aplicar un determinado método da a cada etapa de la investigación una visión de conjunto del sector de la realidad que constituye su campo de investigación, una determinada visión científica de la realidad. El método es esencial en la investigación científica.
LECTURA Nº 3, ¿QUE ES UNA CONCEPCIÓN DEL MUNDO? Manuel Sacristán

Manuel Sacristán aclara en el texto que el conocimiento no es un saber, si no una serie de principios que explican la conducta de cada sujeto.
No existe el conocimiento objetivo ya que este, está influido por cada una de las creencias, ideologías, o concepciones de ver el mundo que tiene cada sociedad.
Las primeras concepciones del mundo estaban basadas en creencias religiosas y filosóficas. Estas concepciones se van perdiendo sustituidas por un tipo de conocimiento más real.
Las explicaciones filosóficas acaban por caducar, esto se debe a la constitución del conocimiento positivo, caracterizado por la intersubjetividad y su capacidad de posibilitar previsiones exactas. Se opta por el conocimiento para explicar el mundo, ya que este aporta una seguridad en las explicaciones que antes no se tenía.
La concepción marxista del mundo, conocida como materialista o dialéctica, explica el mundo a partir de sí mismo, la explicación del mundo ha de ser inherente a este, descartando cualquier explicación irracional o por causas sobrenaturales. Se trata de una explicación de carácter explicito e idealista.
LECTURA Nº 1. ¿QUÉ ES LA CIENCIA? Gino Longo


C. Longo, comienza en el texto con una definición de ciencia dada por J. Schumpeter dada en “Historia del análisis económico”:
“ Es ciencia cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo. Estos esfuerzos producen hábitos mentales- métodos o técnicas- y un dominio de los hachos descubiertos por esas técnicas”
Esta definición para Longo superficial. No puede ser simplemente un conjunto de definiciones. Para profundizar en concepto nos indica una serie de características de lo que entendemos por conocimiento.
La finalidad del conocimiento consiste en descubrir las normas de la realidad objetiva que rodea al hombre para poder proporcionar una descripción de esta y poder explicarla. Mostrando la finalidad, el lugar y la explicación de cada objeto.
La explicación de la realidad a de ser objetiva, sin añadir elementos externos o explicaciones que no pertenezcan a esa realidad, estudiándola tal y como es y explicarla partiendo de ella misma. Esto es lo que distingue a la ciencia de lo que no lo es, como ideologías, religión, fe, etc. Mas que explicar el mundo debe comprenderlo.
El conocimiento nunca e el fin en si mismo, el hombre desea conocer el mundo para poder modificarlo de acuerdo a sus necesidades.
El pensamiento y la acción se condicionan mutuamente. Un buen conocimiento de la realidad nos proporciona las herramientas para poder modificarla. El conocimiento de la realidad es lo que prepara al hombre para actuar. La acción es el último fin del conocimiento. Para que tenga éxito debe ser una acción colectiva. Por el contrario el pensamiento solo puede ser individual. Ambos son fenómenos sociales, no existen al margen de la sociedad humana. un hombre puede ser un hombre de ciencia o un hombre de acción pero no puede dedicarse a ambas cosas al mismo tiempo. El hombre de ciencia no debe preocuparse por las consecuencias prácticas de la investigación si quiere tener éxito, no debe permitir obstaculice su investigación. Pero a su vez, nunca debe indicar a los hombres de acción lo que tienen que hacer, se limita a ser un ideólogo.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Lerdismo e Intolerancia

Anoche escuchaba una entrevista que realizo, hace ya algunos mese, una televisión autonómica a Concha Buika, una de las mejores cantantes que tenemos en nuestro país, una mujer autentica que canta, como no podría ser de otra manera, auténticamente. Bueno el caso es que durante la entrevista el presentador introdujo el tema de los políticos y esta señora en su más intima sinceridad confeso que no se preocupaba mucho por ellos por ellos. Le preguntaban si pensaba que los políticos eran “algo que tenía que estar ahí” y ella contestaba “si yo no siento nada cuando oigo hablar a los políticos no creo que ellos sientan nada al escucharme a mí…….”.

Esto es exactamente lo que está pasando en nuestro país, la gente acepta a los políticos como algo que esta hay porque tiene que estar pero no sienten nada y no escuchan nada, lo cual no me extraña porque para lo que tenemos que escuchar. En las últimas semanas junto con la polémica consulta nacional para la independencia (la cual ha sido todo un éxito según los sectores nacionalistas a pesar de su escaso 30% de participación y eso que han estirado el censo a los inmigrantes y mayores de 16 años) hemos asistido al planteamiento sobre la posible prohibición de los toros en la Cataluña.

¡Bueno no pretendo recoger una opinión crítica sobre la fiesta ni hacer una enumeración de los argumentos a favor ni en contra porque ya de sobra los conocemos todos , simplemente me gustaría denunciar dos cuestiones que me tiene abrumado; en primer lugar me supera el radicalismo y la intolerancia en la que se está intentando adoctrinar a la ciudadanía. y por otro me tiene impresionado las tendencias prohibitivas de este gobierno autonómico.

No es de extrañar que estos proyectos soberanistas cada vez tengan menos eco en la población, a pesar del adoctrinamiento y de la intensa “guerra de las palabras”, como llamo Sartori a esa tendencia intencionada de vacía a los conceptos de significado real con la finalidad última de provocar sentimientos viscerales, y que cada vez veamos a los políticos más lejanos, personas que no despiertan ningún interés y cuyos discursos no encuentran eco mas allá de aquellos reductos donde ven un interés directo en su promoción.

martes, 27 de octubre de 2009

" Homo-Vagus"

El antropólogo australiano Peter McAllister, sorprendía recientemiente con unas afirmaciones acerca del ser humano actual “Formamos parte del más decadente grupo de hombres que haya caminado sobre la tierra, somos inferiores a nuestros antepasados, especialmente en la carrera y el salto”, alertó McAllister luego de evaluar restos óseso; huellas y documentación y al comprobar que cualquier hombre de prehistoria hubiera pulverizado las marcas que hoy se tienen como las mejores de la historia.

miércoles, 21 de octubre de 2009

CAUSA O EFECTO


Parece que en España tenemos la costumbre de analizar los efectos de las políticas ante los acontecimientos económicos y sociopolíticos del momento desatendiendo con demasiada generalidad a las causas que los han provocado. Hasta tal punto se desarrolla esta tendencia que nuestra capacidad critica se ve atormentada por la sobre información de posibles efectos que olvidamos, en muchas ocasiones, detectar la “raíz” del problema. La razón critica en nuestro país parece haberse apropiado de ese dicho anglosajón que reza algo así como “que bien esta lo que bien acaba” y que no es otra cosa que la justificación sofisticada de los medios siempre y cuando al final acabe todo bien.

En los últimos meses hemos asistido a un nuevo secuestro en aguas somalíes del un pesquero español, el “Alakrana” y hemos asistido igualmente, con mayor o menor interés , a la polémica sobre si debiera o no dotarse a estos buques con infantería así como de si debiera o no pagarse rescates ante estos hechos. El debate ha llegado ha derivar hacia el estado actual de las fuerzas armadas y la capacidad de nuestro ejercito en comparación con otras potencias europeas como Francia. Este es sin duda un caso clarísimo de como el tipo de análisis de nuestra sociedad sobre cuestiones de esta índole no solo carece del mínimo carácter reflexivo sino que esta mutilado, en su orientación, para llegar a una solución.

Es a día de hoy ,20 de octubre, que no hemos oído una voz mediática denunciando las causas que han producido esta situación ni que hayan intentado centrar el análisis de la problemática sobre el continuo “saqueo” de los caladeros somalíes que desde 1991, con la caída del gobierno somalí, se viene efectuando por las flotas de pesqueros de los países desarrollados, sin ningún control así como del aumento de recién nacidos con malformaciones congénitas en las poblaciones costeras de este país, qué según viene denunciando, desde hace años, asociaciones como amnistía internacional se debe al vertido indiscriminado de residuos radiactivos por potencias desarrolladas aprovechando el descontrol y el estado de anarquía generalizada. Por supuesto tampoco se analizan las causas que han llevado a Somalia a liderar el “ranking” del índice de los estados fallidos que elaboran desde hace algún tiempo la revista norteamericana Foreign Policy y el Fondo por la Paz.



Tal vez seria recomendable, sin restarle responsabilidad a los asaltantes, ya que la responsabilidad de los actos recaen en ultima instancia siempre sobre el que los comete, aceptar que las circunstancias son, en la mayoría de los casos como afirmaba Gasset; un requisito imprescindible para aprehender la realidad de los hechos. Preguntarnos sobre las causas que han derivado en el conflicto y aceptar la responsabilidad que de ellas se derive es la única manera de iniciar el análisis de las soluciones posibles, ahora si, atendiendo a los efectos de estas.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Para empezar

Antes de empezxar me gustaria recomendar a todos los lectores una radio en internet que acompaña mis horas de trabajo en el ordenador: http://www.radiotelevisionandalucia.es/tvcarta/impe/web/enDirecto?canal=ca1